miércoles, 16 de mayo de 2007

Sobreviví

Españoles:

De nuevo con vosotros, vejado y humillado. Tras acudir a la temible Seguridad Social, me vino una jovenzuela imberbe, muy impertinente por cierto, y de trato áspero. Seguro que es una Roja y enchufada del PRISOETA: sin ningún respeto me preguntó mis síntomas, y allí, ni corta ni perezosa, me obligó a... sí, me dijo que no había más remedio... y...

No puedo soportarlo. En su lugar, vean, vean a qué extremos llegamos en la Sanidad Pública de ZETAPRISOETOLUENECHAOSEGURIDADSOCIALASESINA.


Esto se conoce como "tracto rectal", y es de lo más indignante que pueda ocurrirle a uno; sobre todo de manos de una marisabidilla que seguro que se cree a la altura de cualquier Hombre, sólo por llevar bata blanca y tener un título. ¡Pues no señor, estaría bueno! Está claro que esta amargada feminista jamás se casará ni llegará a ser Madre, que es lo más bonito que puede ocurrirle a una mujer Española que se precie.

Al final me recetó unas gotas y me dijo que si me sigue doliendo, vaya al especialista. ¡Para este viaje no necesitábamos alforjas! Seguro que la muy filocomunista notó mis valores liberales y quiso quebrantar mi espíritu. ¡Ja! Va apañada. Peores indignidades pasé en el África Negra cuando me dedicaba a la Caza Mayor, y aquí me tienen.

Un abrazo especial al Sargento Molina: sí, sobreviví, pero porque soy Español y Cristiano Viejo. ¡Arriba España!

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